A diferencia de otras grasas, el aceite de oliva extra virgen tendría efectos más saludables en los valores de azúcar y colesterol “malo” en sangre después de comer, de acuerdo con un estudio de Italia. Esto explicaría por qué la dieta mediterránea rica en aceite de oliva está asociada con una disminución del riesgo cardiovascular.
“Disminuir el colesterol y la glucosa en sangre (después de la comida) contrarrestaría sus efectos negativos en el sistema cardiovascular”, dijo el autor principal, Francesco Violi, de la Universidad La Sapienza en Roma.
Con su equipo analizó el efecto de agregar aceite de oliva extra virgen a la dieta mediterránea, la cual incluye frutas, verduras, granos y pescado, con poca cantidad de lácteos o carnes rojas. Dos veces, 25 personas saludables almorzaron al estilo mediterráneo. En la primera comida, consumieron 10 g (2 cucharadas) de aceite de oliva extra virgen, mientras que en la segunda ingirieron 10 g de aceite de maíz.
Los análisis de sangre antes y a las dos horas de comer revelaron un aumento del azúcar en sangre en todos los casos, lo que es normal, pero menor después de la comida con aceite de oliva extra virgen que de la comida con aceite de maíz. Esto coincide con estudios previos que asociaron el aceite de oliva extra virgen con un aumento de los niveles de insulina, la hormona que transforma la glucosa en energía para las células, según comentó Violi. Pero se desconoce por qué los análisis de sangre después de la comida con aceite de oliva extra virgen revelaron un descenso del colesterol LDL o “malo”, que se acumula en las arterias y provoca ateroesclerosis, coágulos e infartos.
En el mundo muere más gente por enfermedades cardiovasculares que por otras causas. Esas enfermedades le costaron la vida a unos 17,5 millones de personas en 2012, según la Organización Mundial de la Salud.
El equipo también observó que, después de la comida con aceite de maíz, los participantes registraron niveles significativamente más altos de dos tipos de colesterol LDL que después de la comida con aceite de oliva extra virgen.
El estudio es bastante pequeño y no exploró si el uso de aceite de maíz en las comidas sería mejor que no usar aceite, según publica el equipo en Nutrition and Diabetes. Aun así, para los autores, es el primer estudio que asocia la dieta mediterránea con aceite de oliva extra virgen con una disminución de la glucosa y el colesterol LDL en sangre después de las comidas.
“Es mejor utilizar aceite de oliva extra virgen que otras grasas. La idea es incluirlo como una fuente de energía en una dieta equilibrada”. Indicó Arrigo Cicero, científico de Alma Mater Studiorum de la Universidad de Bolonia.
(Fuente: SCIENTIFIC AMERICAN español, artículo publicado el 31 de agosto 2015)