Inmunoterapia en cáncer: Recientes avances

La idea de que no hay que matar todas las células cancerosas en un tumor para que el sistema inmunológico se despierte causó gran interés en la reciente Conferencia Internacional de inmunoterapia contra el cáncer, en New York. Ira Mellman, vicepresidente de inmunología del cáncer de Genentech, se preguntó en voz alta si “la quimioterapia puede ser, en cierta medida, una inmunoterapia”. Matar a unas pocas células puede preparar al sistema inmune para responder mejor a los tratamientos posteriores. En algunos casos la liberación de proteínas del cáncer activa la respuesta inmune. En otros, un fármaco de quimioterapia como la gemcitabina en realidad acciona los frenos al eliminar temporalmente las células cuya función normal es aplacar el sistema inmunológico.

Ron Levy, oncólogo de la Universidad de Stanford, ha llevado este concepto un paso más allá usando un tratamiento de radiación de baja dosis para matar a unas pocas células malignas en 15 pacientes con linfoma no Hodgkin que tenían varios tumores visibles. Luego, a cada paciente le inyectó un compuesto inmunoestimulador experimental directamente en una lesión. Al hacerlo encontró que podía disminuir la dosis de droga que necesitaba para disparar la reacción. Atacar a un solo tumor —lo que no requiere tantos fármacos como tratar de alcanzar a todos los tumores del cuerpo— fue suficiente para accionar una respuesta inmune generalizada.

La mayoría de los pacientes en el estudio de Levy mostró algún tipo de respuesta; incluso, en algunas personas, los tumores que no habían sido tratados comenzaron a reducirse. En términos generales, llevó desde seis meses a dos años poder ver los cambios. Un hombre de 38 años experimentó una respuesta completa, lo que significa que todos los signos observables del cáncer desaparecieron de su organismo, un resultado que duró más de un año. (Una “respuesta completa” no es necesariamente lo mismo que una cura, porque hay cantidades indetectables de cáncer que aún pueden estar deambulando en algún lugar del cuerpo). “Estamos tratando de hacer que esta respuesta sea más común y duradera”, dijo Levy. Su próximo paso es tratar de combinar este método para estimular el sistema inmune con anticuerpos monoclonales que previenen que el tumor apague el sistema inmune (administrando 1/20 de la dosis usual).  “Esperamos eliminar la toxicidad yendo a lo local y bajando la dosis efectiva”, dijo a los participantes de la reunión. Aunque Levy ha empezado a tratar al menos a una persona con este nuevo enfoque combinado, todavía no estaba listo para compartir los resultados.

Los investigadores presentaron varias inmunoterapias prometedoras en la conferencia pero ningún resumen estaría completo sin mencionar a las llamadas células CAR T, muchas de las cuales han sido identificadas por la FDA con el estatus de droga huérfana o “adelanto” (“breakthrough status”) en los últimos 18 meses.

Las células CAR T son células inmunológicas que han sido genéticamente diseñadas para atacar tumores de un modo mucho más poderoso de lo que pueden hacerlo las células inmunitarias comunes. A la fecha, los ensayos clínicos desarrollados en el Memorial Sloan Kettering, el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson y la Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania han mostrado tasas de remisión de cerca de 90 por ciento en varios cánceres de sangre avanzados, y en sistemas linfáticos (nuevamente, no es necesariamente lo mismo que una cura pero aún es sobresaliente).

“Al menos existen 300 tipos de cáncer y cada uno tendrá diferentes particularidades”, dice Carl June de la Universidad de Pennsylvania. Pero, agregó: “creo que tenemos suficientes herramientas para planificar el rumbo”. Manténgase atento.

(Fuente: SCIENTIFIC AMERICAN, artículo publicado el 01 de octubre 2015)

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